04 diciembre 2015

Viajando sola/Los Mochis



Ya me encuentro en Los Mochis, y ya falta muy poco para que regrese a mi hermosa Tijuana, pero no quería dejar pasar la ocasión de contarles unas cuantas cosas de mi viaje, porque lo hice, con quien llegué y porque planeo pronto hacer otro.

Sé que este blog se ha vuelto SUPER VARIABLE, pero es que así siempre he sido, con muchos cosas por decir, que definitivamente no he podido callar y con este blog, pues menos.

Hace un tiempo, aproximadamente un año, llegué a un blog llamado Fulanito Viajero (no recuerdo muy bien como es que llegué, pero lo hice); ahí me encontré con Adrian, un blogger en busca de impulsarnos a viajar, a conocer nuestro país, y porque no, otros países. 
Después de un tiempo de leer de pi a pa su blog, de checar ciertos tips, en cuanto al mejor momento de comprar boletos, me animé, le avisé a mi mejor amiga que iría visitarla (como me lo propuse a inicios de año) y compré el boleto en Volaris como por Junio, (cosa que me encantó, porque pude pagar en un Oxxo) sólo tocaba esperar al 27 de noviembre para perderme en un ejido, y turistear por la ciudad de Los Mochis.


Y llegó la fecha, con contratiempos como suele suceder, pero que gracias a Uber (#UberSeQueda) lo logré. Al esperar la hora de abordaje, entre cafeína y nerviosismo, me sentí muy orgullosa, este era mi primer viaje, pagado por mí y que haría (relativamente) sola.

No es fácil dejar atrás el Cerro Colorado, y menos teniendo más de 10 años sin subir a un avión, si causa un tanto de miedo, tic en el ojo, dolor en las manos y estómago sensible, pero con tal de conocer un ranchito distinto al tuyo, así como el ver por la ventanilla y darte cuenta de lo maravillosa que es la naturaleza, (creas en lo que creas) es algo que vale totalmente la pena.


Espero jamás perder esa ingenuidad y ganas de conocer que me caracteriza.
Nos vemos en el próximo post



NOTA IMPORTANTE:
Soy un caos con eso de empacar (mi mami siempre lo hizo por mí) pero gracias a la  Vale Chavero pude ordenar mi millón de cosas en mi maleta.
© VENTANA VARIABLE
Maira Gall