14 marzo 2016

¿Maquillarme? No, gracias


Hace unos días visité mi antiguo trabajo y uno de los chicos de ahí, decidió usarme como su "conejillo de indias", dijo que mis facciones le recordaban a Kim Kardashian (no sé si eso era un cumplido), y que quería experimentar un maquillaje conmigo.

Mi inquietud por maquillarme comenzó en secundaria, veía a mis compañeras (las "hot" del salón) con capas y capas de make up, y quise comenzar a hacerlo, recuerdo que me hice de una base en polvo (que no era mi tono), y comencé a "maquillarme", si a lo que hacía se le podía llamar de esa manera. A los días, tocó visitar a mis abuelitos, y hablando de maquillaje, mi abuelito, muy a su manera me dijo:
"Que se maquillen las viejitas, las muchachas no lo necesitan"

Él tiene una forma muy peculiar de hacer entrar en razón a las personas, y así con esa forma tan única me hizo dejar el maquillaje.

Entrando a la preparatoria, mis amigos me sugirieron maquillarme, para ocultar mi constelación de pecas faciales, admito que lo pensé seriamente, pero justo en ese momento conocí a mi primer noviecito, y a diferencia de mis amigos, él amó esas pecas; así que comencé a ganar confianza de esas pequeñas "imperfecciones".

Retomando, pues hace unos días me maquillaron, y el verme en un espejo, fue de impresión total, definitivamente no era yo, era como una especie de Gabriela cubierta de mil capas, sentía que tendría que usar una pala para quitar todo el maquillaje, y aunque no usé una pala, batallé bastante, porque en mi inexperiencia en este tema, sé que uno no debe dormir con todo eso encima.

No me malinterpreten, no soy una nazi del maquillaje, suelo usar delineador, para hacer que mis ojos se vean más grandes (más de lo que ya lo son, jajaja), y labial rojo cuando me siento de buenas, pero soy una amante de las caras lavadas.

¿Por qué les digo esto?
Tengo un nuevo trabajo, y ahora ya no somos sólo mi laptop y yo, trato con personas una vez a la semana y debo verme bastante arreglada; y una de mis conocidas, me comentó que debía maquillarme, para verme más "nice", y entonces recordé el tiempo que tardé en quitar el maquillaje de aquella vez, y el amor desmedido que siento por mis pecas y sólo me limité a decir "no, gracias".

Mi mentalidad ha cambiado bastante, yo creo que he madurado, HC dice que sólo me he vuelto aburrida, pero mientras "son peras o son manzanas", sólo sé que soy perezosa; soy pro belleza natural; soy pro mostrar esas "imperfecciones", horas de desvelo, huellas de sonrisas y mucha seguridad, por eso no me maquillo.

Nos vemos en el próximo post

© VENTANA VARIABLE
Maira Gall